Buenos días amig@s, hoy os dejo un post sobre valoración muscular de corredores con las razones para llevarla a cabo y todas las posibilidades que nos ofrece para conseguir un proceso de entrenamiento mucho más preciso y eficiente con cualquier deportista.
Tras finalizar durante este 2018 el curso de experto universitario en Trail Running bajo la dirección de Gema Quiroga (CTR/UDIMA) e impartido por los que a mi juicio ahora mismo son referentes en el sector, uno de las partes que más ha despertado mi interés (ha habido muchas), fue la impartida por Nacho Martínez sobre técnicas y herramientas actuales para valorar las capacidades físicas de los deportistas
Gracias, en buena parte a las nuevas herramientas tecnológicas y a los cada vez más numerosos estudios de investigación, el entrenamiento 2.0 hace ya tiempo que es una realidad y más allá de los numerosos y variados dispositivos y gadgets que utilizamos durante nuestras sesiones de carrera, tenemos también otras herramientas disponibles que nos permiten valorar si nuestro plan de entrenamiento está produciendo las adaptaciones a nivel muscular que necesitamos y por lo tanto saber si vamos en la dirección adecuada guiando a nuestros deportistas.
Elegir entrenar a ciegas y con planificaciones cerradas hoy en día no tiene ningún sentido ya que cada deportista presenta unas condiciones únicas y diferentes y resulta de vital importancia conocerlas. La individualización es uno de los principios fundamentales del entrenamiento y saltarse este principio es asumir un riesgo que puede resultar demasiado caro en la salud del deportista. Ademas, lamentablemente, el hecho de que cada vez más personas se lanzan a los deportes de carrera, muchas veces en distancias muy largas, sin una preparación física previa y específica, vemos como los hace convivir con grandes déficits de fuerza y desequilibrios musculares cuyo fin solo puede ser uno: la lesión. Como dice Luis del Águila, fisiólogo deportivo al que he tenido la suerte de conocer y escuchar algunas de sus conferencias, «correr, lejos de fortalecer, debilita muscularmente».
De acuerdo al principio de individualización, cada sujeto es único y diferente, por lo que las cargas de entrenamiento deben adaptarse a sus características individuales para ser óptimas.
¿Por qué debemos valorar muscularmente a los deportistas?
Por el simple hecho, de que para saber a dónde queremos llegar con un plan de entrenamiento, debemos saber primero donde estamos y de dónde venimos y esto solo es posible valorando, midiendo y observando.
Por lo tanto, las razones para valorar muscularmente a un deportista son las siguientes:
- Prevención de lesiones: Conocer el grado de movilidad articular y niveles de fuerza de un deportista nos va a dar información crucial para entrenar sus debilidades y tener una menor probabilidad de lesión. Por ejemplo, un grado insuficiente de movilidad en la dorsiflexión del tobillo va a afectar que se produzca una mala mecánica de aterrizaje en carrera, va a ser un limitante de la impulsión, ademas de estar relacionado con una mayor probabilidad de verse afectado por fascitis, sobrepronación y valgo de rodilla.
- Mejora del rendimiento y programación del entrenamiento. Conocer los niveles de fuerza máxima isométrica y dinámica en los flexores y extensores de rodilla, así como en los aproximadores y estabilizadores de cadera, resultará igualmente vital para programar un entrenamiento de fuerza adecuado a la mejora de estos techos de fuerza y paliar así posibles déficits o desequilibrios. Además, estas mejoras, convertidas en una mejora de la fuerza específica nos posibilitarán disponer de una mayor capacidad de soportar cargas de entrenamiento más altas e incrementos de las mismas más bruscos.
Se trata nada mas y nada menos que RENDIMIENTO y SALUD lo que buscamos con la valoración neuromuscular de corredores, una inversión tanto en formación como en herramientas que los entrenadores estamos obligados a acometer si apostamos por ofrecer el mejor servicio y dotar a nuestro sector del prestigio que poco a poco debe ir ganando
Otro punto importante es el ya relacionado con el citado principio de individualización del entrenamiento. Vemos a menudo, como corredores amateurs conforme empiezan a correr tienen una mejora rápida, debido principalmente a mejoras a nivel cardiovascular pero tras un tiempo entrenando de manera regular parece que se estancan. Es precisamente en este punto donde conocer el perfil de movilidad y fuerza del corredor nos va a dar la información necesaria para convertir el entrenamiento en un entrenamiento de precisión, atacando estas debilidades y buscando constantemente puntos de mejora a los que agarrarnos.
¿Qué es lo que debemos evaluar en los corredores?
Una vez vista la importancia y razones para valorar a un deportista, tanto al comienzo de un plan de entrenamiento estableciendo así el punto de partida como durante el proceso para valorar su evolución, los principales aspectos a valorar serán los siguientes:
- Valoración de la movilidad y estabilidad articular del corredor, fundamentalmente en las articulaciones que conforman el triple patrón de extensión durante la carrera: tobillo-rodilla-cadera.
- Valoración de la fuerza máxima del corredor.
- Valoración de la fuerza reactiva del corredor, con pliometría y test de saltos, y directamente relacionada con la fuerza útil de carrera, que es finalmente en la que debemos convertir las mejoras de fuerza máxima conseguidas. Una mayor capacidad de aplicar fuerza durante la carrera en el menor tiempo posible de contacto con el suelo que ronda los 200 milisegundos en cada apoyo.
Aunque no es objeto del presente artículo tratar cada una de estas valoraciones, comentar que tenemos herramientas disponibles que nos posibilitan y facilitan estas valoraciones como encoders lineales, plataformas de contactos, galgas dinamometricas y/o app´s de nueva generación donde Carlos Balsalobre ha abierto desde hace algunos años un nuevo campo de valoración para los entrenadores al alcance casi de cualquiera.
Comienzo en este 2019 una nueva e ilusionante andadura en este campo que junto con el análisis de la biomecánica de carrera pretendo perseguir un mismo y ambicioso objetivo: Tratar de disponer del mayor grado de control posible sobre el proceso de entrenamiento de cada deportista.